Son trastornos en el área de la salud mental, específicamente trastornos en la ingesta de alimentos, por lo cual la principal afectación es la conducta alimentaria. Existen diferentes subtipos, como anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastorno por atracón, trastornos de evitación/restricción de la ingesta alimentaria, entre otros.
En los últimos años la prevalencia de estos cuadros ha ido en aumento progresivo, siendo más frecuentes en mujeres cada vez más jóvenes, en poblaciones de varones, diversidad sexual y han ido abarcando diferentes niveles socioeconómicos y razas. Son trastornos muy influidos por los contextos sociales y culturales, por lo cual la idealización de la delgadez, y el estigma asociado al sobrepeso y obesidad tienden a hacer que sean invisibilizados por largos años.
El trastorno se manifiesta a través de tres características principales:
Los TCA no necesariamente se presentan con bajo peso, pudiendo aparecer en sujetos con diferentes estados nutricionales. Sin embargo, las disminuciones de peso y las conductas asociadas a purgas pueden agregar problemas nutricionales y médicos que es necesario tratar.
Cabe destacar que las principales manifestaciones de un TCA en varones u otras poblaciones pueden diferir de las habituales. Por ejemplo, a través de una preocupación exagerada por el desarrollo de musculatura o por la pérdida de grasa corporal; para lo cual se observa un abuso de suplementos alimenticios, purgas o mal uso de otras sustancias.
El diagnóstico no es simple, se requieren equipos especializados especialmente porque las personas que los presentan tienden a ocultar los síntomas o a normalizarlos bajo estándares de salud. Por lo anterior, es importante que el diagnóstico diferencial sea realizado por un equipo de especialistas, dado que los síntomas son muchas veces inespecíficos, mutan y cambian entre ellos durante el curso de la enfermedad.
Son trastornos que tienden a la cronificación, de pronóstico reservado. El mejor tratamiento es la detección precoz porque mejora el pronóstico de recuperación, dado que después de cierto tiempo tienden a agravarse y cronificarse, sobre todo si permanecen sin tratamientos. El tratamiento multidiciplinario es el más indicado por la Asociación Científica Médica Americana (APA) y es el que ha demostrado mayores tasas de éxito.
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Claudia Cruzat, decana de la Escuela de Psicología e investigadora del CECA, UAI responde a estas preguntas.